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Argentina en un difícil momento político y económico
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- Henry Alvarez
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A escasos días de celebrarse la elección presidencial en Argentina, prevista para el domingo 22 de octubre, el país se debate entre las opciones representadas por Javier Milei, del partido La Libertad Avanza, Sergio Massa por el Frente Renovador que forma parte de la coalición Unión por la Patria y Patricia Bullrich de la Propuesta Republicana, adscrita a la alianza de Juntos Por el Cambio, como los principales aspirantes.
Ninguno de los tres, ha recibido un respaldo mayoritario en la preferencia del electorado, aunque el “outsider” Javier Milei, cuyas propuestas y posturas (se autocalifica como libertario y adhiere al anarcocapitalismo), han calado hondo en un variopinto sector del electorado y goza de una mínima ventaja, el porcentaje de las encuestas, no le alcanzaría para imponerse en primera vuelta.
Para el analista político Patricio Thompson la economía es una de las dificultades que más afecta a los argentinos: “El gran problema es el tipo de cambio, la inflación, y el empleo¨, siendo este el asunto de importancia capital para los tres candidatos y un indicativo de lo que preocupa a la mayoría de los argentinos.
Milei ha logrado capitalizar el descontento de los sectores populares y de la clase media, producto de las erradas políticas del presidente Alberto Fernández y las medidas económicas aplicadas por su ministro de Economía, Sergio Massa como la devaluación del peso, con el consecuente aumento en el precio del dólar
Recientemente el mismo ministro de Economía y aspirante a la Presidencia, se disculpó ante el país, señalando que “la inflación es un enorme problema para Argentina y por los errores cometidos durante la actual gestión que lastiman a la gente”.
En el primer debate presidencial, realizado recientemente, en el cual participan todos los aspirantes, Sergio Massa reconoció las enormes dificultades económicas del país, al admitir que salen más dólares de los que entran; la existencia de un importante y creciente sector del mercado laboral informal y acuciantes problemas en el sistema tributario.
Respecto a estas dificultades Patricio Thompson señala: “Para el gobierno la economía es el tema fundamental de la campaña, lo entendió y, por eso se centra en el empleo, pero perderá si se centra en los trabajadores con salarios depauperados, porque los dejó de lado hace cuatro años, y una gran mayoría se preguntará ahora: ¿por qué no lo hiciste antes?”.
Javier Milei, colocó el acento en la economía mucho antes que el resto de los candidatos, con el anuncio del cierre del Banco Central como una de sus estridentes propuestas de campaña, en caso de alcanzar la presidencia. “Hay 40% de pobreza y 10% de personas en la indigencia. Inflación descontrolada y en el camino, la peor crisis que haya sufrido Argentina”, dijo.
En ese sentido, Milei propone reformar el Estado, disminuir el gasto público, bajar las tasas de impuestos (una de las más altas de América Latina), la simplificación del sistema tributario, un proceso de desregularización a fondo de la economía, incluyendo una amplia apertura, la privatización de las empresas del Estado, y el mencionado cierre del Banco Central.
Estima que si es electo como presidente, “En 15 años Argentina podría alcanzar un nivel de vida similar a Italia o Francia. Si me dan 20 años parecido a Alemania y si me dan 35 años similar a Estados Unidos”.
Patricia Bullrich, otra de la aspirante a la Casa Rosada, mostró cierta debilidad en el manejo del tema económico, al no definir una propuesta de su modelo a aplicar para Argentina, y sólo se limitó a señalar: “Voy a borrar del mapa la inflación. Desde el primer día voy a poner orden, con un programa claro y concreto integral. Tenemos un equipo económico coherente y con criterio, encabezado por Carlos Melconian. Crecer y exportar nos beneficia si no hay inflación”.
Y más recientemente el ex presidente Mauricio Macri reconocía públicamente su preferencia por Javier Milei, menoscabando la candidatura respaldada por Juntos por el Cambio de la que Bullrich y Macri forman parte. Lo que de alguna manera acerca parte del electorado de Juntos por el Cambio, a votar por el “outsider”.
El pendular de izquierda a derecha y viceversa
La mayoría de las democracias en América Latina han experimentado un acelerado proceso de deterioro, ante el agotamiento del péndulo entre gobiernos de izquierda y derecha, sin que las amplias mayorías, luego de depositar su confianza en uno u otro espectro político, haya recibido los beneficios ofrecidos y en el peor de los casos, su calidad de vida sigue siendo la misma o ha empeorado.
Argentina pasa particularmente en estas elecciones por este proceso tal como lo señala Carlos Fara, consultor político especialista en opinión pública, campañas electorales y comunicación, en un artículo publicado recientemente en la página web “Dialogo Político”.
“La Argentina está transitando dos momentos inéditos. El primero es que lleva tres presidencias seguidas que concluyen con balance negativo en la opinión pública. Cada administración deja una situación económica peor a la recibida. El segundo es que lleva once años de estancamiento, con subidas y bajadas, que la han llevado a tener la peor inflación desde 1991.
“….En este período de tres gobiernos fallidos, dos mandatos pertenecen al peronismo-kirchnerismo (la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y el actual de Alberto Fernández con ella de vicepresidenta) y uno que encabezó la alianza Cambiemos, de la mano de Mauricio Macri. Esa corresponsabilidad ha generado un fastidio con el statu quo de las dos grandes coaliciones que protagonizaron los últimos ochos años de la política nacional”.
Es en este contexto en el que aparece el fenómeno Milei, quien entusiasma a los decepcionados de los dos gobiernos kirchenristas y del protagonizado por Juntos por el Cambio, en el que el outsider no con poca estridencia, habla de disminuir el tamaño del Estado, de acabar con lo que denomina “la casta” política a la que responsabiliza del descalabro económico del país y de la recurrente inflación.
Los principales aspirantes Massa, Milei o Patricia Bullrich de llegar a la presidencia, no la tienen fácil.
Argentina atraviesa un difícil período económico, el cual requiere el consenso de todas las fuerzas políticas para enfrentar y superar tales dificultades, porque en definitiva, cualquiera de los candidatos que alcance llegar a la Casa Rosada solo, y sin respaldo no podrá responder a los desafíos que hoy demanda la sociedad, particularmente los sectores postergados del país.
Incertidumbre económica
El pasado domingo 8 de octubre, se realizó el segundo y último debate entre los candidatos que se medirán en las elecciones presidenciales del 22 de octubre en Argentina.
El encuentro sirvió para confrontar las propuestas que, en torno a Seguridad, Trabajo, Protección y Desarrollo humano, Vivienda y Medio ambiente, esbozaron los aspirantes, no exentos en sus intervenciones de críticas y recriminaciones que subieron la tensión entre los cinco candidatos.
Esta nueva exposición ante el país, dejó más incertidumbres y dudas que certezas sobre por quién votar, pues se trata de la más difícil decisión que deben tomar los ciudadanos ante un difícil panorama por las dificultades económicas y sociales que no se podrán resolver el día siguiente sea quien sea el ganador.
Y es ardua la decisión porque mientras en el debate cada aspirante esbozó la respuesta para los temas planteados, el lunes 23 de octubre, los problemas que más afectan al ciudadano de a pie, como la inflación, el aumento de precios de los alimentos y de los servicios seguirán allí.
El país siguió con marcado interés la presentación de las propuestas, mientras crece la incertidumbre y el descontento ante la escalada del precio del dólar que incrementó su valor en más de 7,39% ubicándose en 945 pesos y continuó su indetenible ascenso luego que el martes cerrara en 1 mil 10 pesos.
Este incremento en la moneda norteamericana generó una fuerte crítica de los candidatos presidenciales, calificándolo Massa y Milei, el primero por seguir emitiendo dinero sin respaldo y el segundo por instar a los argentinos a deshacerse de la moneda nacional y refugiar sus ahorros en dólares. Otro tema preocupante de los argentinos y que no se resolverá al día siguiente del proceso electoral es la inflación cuyo índice en el mes de septiembre 2023, el Índice de Precios al consumidor, mostró un aumento de 12,7% mensual.